Postular o no postular a fondos públicos

Postular o no postular a fondos públicos
Photo by Sigmund / Unsplash

"Obvio que si" es lo que siempre me responden cuando se me ocurre hacer esta pregunta, como si postular a fondos públicos esté fuera de toda discusión y que casi sea una obviedad para el ecosistema emprendedor.

No pues. No, no y no. Me niego a creer que el emprendedor, de forma automática e ineludible, tiene que tener al menos una postulación a fondos públicos.

Lo pero es que muchos y muchas ni siquiera se cuestionan hacerlo, tan solo lo hacen. ¡Y se lo ganan! Para mí el dilema de postular o no, cuál Hamlet emprendedor, es absolutamente válido de cuestionar.

A ver, postular y no ganar un fondo de Sercotec, Fosis, Corfo y otros clásicos del mundo emprendedor puede, a mi juicio, ser mucho mejor que ganártelo. El acto de postular ya te deja como beneficio un documento en el que explicas a alguien que no sabe nada de nada lo que haces, para qué, el objetivo futuro, las bondades de tu equipo y todo eso, algo que no se pierde por no ser adjudicado por ese fondo que buscabas.

Pero si eres ganador ¡afírmate que viene la burocracia! Claro pues, hay que rendir, no gastar nada distinto a lo que dijiste que ibas a gastar, te debes ceñir a cada coma del proyecto olvidándote de la natura flexible de todo emprendimiento, debes llenar planillas, mandar mails al ejecutivo público que debe presentar tus gastos para que recién te liberen el dinero que ya gastaste... un infierno del que muchos me han hablado y, por lo mismo, no he querido experimentar.

"Estás picado". No. Cada vez que pienso en ese dinero de todos los chilenos y por ende mía también que le entregan a emprendedores que postulan a Fondos Públicos respiro profundo y agradezco la posibilidad de confiar en mis ventas, en mi capacidad de endeudamiento y en lo que tenga que hacer para sacar adelante el negocio.

Le dejo esos fondos a quienes no se sienten preparados o necesitan del asistencialismo para salir adelante. A los que quieren ese infierno que quizá sea un paraíso para ellos. Siempre con respeto. Acá lo importante es que cada uno sea feliz con el camino que decide tomar.